Tesoro escondido
Cuando Dios nos dio la buena noticia, puso, por así decirlo, un tesoro en una frágil vasija de barro. Así, cuando anunciamos la buena noticia, la gente sabe que el poder de ese mensaje viene de Dios y no de nosotros, que somos tan frágiles como el barro. Por eso, aunque pasamos por muchas dificultades, no nos desanimamos. Tenemos preocupaciones, pero no perdemos la calma. La gente nos persigue, pero Dios no nos abandona. Nos hacen caer, pero no nos destruyen. (2 Corintios 4:7-9)
Cuando uno piensa en un tesoro, le aparece en su mente la imagen de un cofre, con muchas cerraduras, un cofre seguro, hecho de un material duro para que no se desgaste ante cualquier clima, un cofre que sea digno de tener dentro riquezas, algo de valor. Pero en la Palabra se nos habla de todo lo contrario, Dios puso un tesoro en una frágil vasija de barro. ¿Cuál es el tesoro y qué es la frágil vasija de barro?
Déjame explicarte.
La vasija de barro: “Y Dios el Señor formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz hálito de vida, y el hombre se convirtió en un ser viviente.” (Génesis 2:7). Dios creó al hombre “del polvo de la tierra”, su Poder fue el que le dio vida a ese polvo para hacer de éste una criatura. Nosotros mismos somos aquellas frágiles vasijas de barro.
El tesoro: “¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios?” (1 Corintios 6:19). Nuestro propio cuerpo ES el templo del Espíritu de Dios. Y el Espíritu de Dios, es el tesoro escondido.
Somos frágiles vasijas de barro porque somos pecadores, por naturaleza pecamos y eso nos convierte en seres frágiles. Pero Dios puso un Tesoro dentro de ti. Al entrar Dios en tu vida, ha llenado esa vasija con el tesoro más preciado: Su propio espíritu.
Somos de barro porque Él mismo nos creó del polvo de la tierra. Cuando damos a conocer las maravillas de Dios o cuando le hablamos a alguien que no conoce de Él nos dirán “¿Qué? ¿Justo tú tienes al Espíritu de Dios?”; tú tienes que decirle: ¡SÍ, DIOS HA PUESTO EN MI SU TESORO! Aunque seas frágil, aunque seas pecador, Dios te perdona, Él quiere depositar un tesoro en ti.
Para el Señor tú eres una vasija única, una vasija especial. Él tiene planeado para ti sueños que no ha planeado para otras personas, Él tiene planeado para ti un cofre lleno de bendiciones que no ha planeado para otras personas, Él quiere depositar en ti su más preciado tesoro. Dios te está diciendo: “No temas, no importa que seas frágil, no importa que hayas pecado, Yo te perdono. Te amo y eres mi vasija especial, quiero que en ti more mi Espíritu porque te he escogido.”
Cuando el Espíritu Santo mora en ti, empieza a actuar y allí se empieza a notar el Poder de Dios. Esto nos lo confirma el versículo del comienzo: “Así, cuando anunciamos la buena noticia, la gente sabe que el poder de ese mensaje viene de Dios y no de nosotros, que somos tan frágiles como el barro.” Cuando hablamos de Él y anunciamos sus promesas, cuando anunciamos la buena noticia, es Dios quien está hablando por medio de nosotros. Él está actuando en ti en este mismo momento.
Nosotros somos débiles, podemos rompernos fácilmente, pero Su Poder nos restaura, Su Poder se manifiesta en nosotros al anunciar la buena noticia de la Salvación.
También recibimos esta confirmación: “Por eso, aunque pasamos por muchas dificultades, no nos desanimamos. Tenemos preocupaciones, pero no perdemos la calma. La gente nos persigue, pero Dios no nos abandona. Nos hacen caer, pero no nos destruyen.” Sea cual sea la situación por la que estés pasando, no te sientas como una vasija frágil de barro vacía; siéntete como una vasija de barro llena del Poder de Dios. Dios no te abandona porque te ha escogido para poner Su tesoro en ti.
Y tú… ¿Estás dispuesto a ser una vasija especial para Dios?
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