La fórmula de la felicidad


Dios nos ha dado la capacidad de elegir. Lo bueno o lo malo, el cielo o el infierno, lo que nos gusta o lo que no nos gusta, vivir felices o vivir infelices. La decisión sobre tu vida la tienes tú, Él jamás te obligará a nada. Pero dudo que haya alguien sobre esta tierra que quiera vivir siendo infeliz.

Pero ¿Cuál es la fórmula para vivir feliz?

En un principio, Jesús es la vida, fuera de Él jamás encontraremos felicidad verdadera sino momentos de alegría vanos. El que quiera amar la vida y gozar de días felices debe hacer cuatro cosas para vivir feliz.

Refrenar tu lengua de hablar el mal: Esto significa, no critiques, no juzgues, no menosprecies a nadie. Así como te gusta que te traten a ti, así trata a los demás. Sigue el ejemplo de Jesús, Él fue humillado, criticado, la gente hablaba mal de Él, y sin embargo, Él no tomaba venganza haciendo lo mismo que le hacían. Él no criticaba, no juzgaba, no humillaba. Debes de buscar ser como Él día a día.

Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez. Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?” (Santiago 4:11-12)

Refrenar tus labios de proferir engaños: Esto es decir mentiras. O más bien, chismes. ¿Cuántas veces hemos escuchado un chisme y lo hemos comentado en vez de frenarlo? ¿Cuántas veces has iniciado un chisme tú? Tal vez por venganza, por enojo, o por una raíz de amargura que tenías con alguien.

Nada ganarás con mentir. Siempre me han dicho “La mentira tiene patas cortas”, y es verdad, tarde o temprano, si tú has mentido, eso te volverá en contra. No seremos felices si vivimos mintiendo. Tal vez no has hecho un chisme, pero sí has mentido sobre ti para agradarle a alguien o a un grupo o a un líder. Dios te ha hecho único, no debes de engañar a nadie, aprende que si quieres ser feliz, ese no es el camino.

Apártate del mal: Esto quizás es lo más difícil, todos somos pecadores y cometemos nuestros errores. Pero apartarse del mal no significa dejar de pecar, sino reconocer que lo estás haciendo. Reconoce que esas amistades son mala influencia para ti, reconoce que le das más tiempo a cosas vanas que a tu Dios, reconoce el mal y apártate de él. Eso seguirá abriéndote camino a una vida feliz.

El sabio teme y se aparta del mal.” (Proverbios 14:16)

Y dijo al hombre: He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal, la inteligencia.” (Job 28:28)

Haz el bien: Sigue a Jesús. Deja que el Maestro sea tu guía, que te enseñe a corregir tus errores, que te dé sabiduría, fuerzas cuando todo parece ir mal. No tomes venganza, déjale eso a Él. Actúa pensando, no actúes estando enojado. Así evitarás muchas situaciones que no te dejarían ser feliz.

Pero ahora yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los maltratan.” (Mateo 5:44)

No maldigan a sus perseguidores; más bien, pídanle a Dios que los bendiga.” (Romanos 12:14)

La fórmula de la felicidad es DIOS y nadie más que Dios. Tú + Dios = Felicidad eterna. Entrégate hoy a Él, elige seguir los pasos de Jesús e imítalo. Él te hará pasar por pruebas, te hará superar dificultades, pero al final, la corona que pondrá sobre tu cabeza hará que todo haya valido la pena. Dios te bendiga.


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