Busca la paz y síguela
El que quiera amar la vida y gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir engaños; que se aparte del mal y haga el bien; que busque la paz y la siga. Salmos 34:12-14
Dios nos ha dado la capacidad de elegir. Lo bueno o lo malo, el cielo o el infierno, lo que nos gusta o lo que no nos gusta, vivir felices o vivir infelices. La decisión sobre tu vida la tienes tú, Él jamás te obligará a nada. Pero dudo que haya alguien sobre esta tierra que quiera vivir siendo infeliz. Pero ¿Cuál es la fórmula para vivir feliz?
En un principio, Jesús es la vida, fuera de Él jamás encontraremos felicidad verdadera sino momentos de alegría vanos. Según este salmo, el que quiera amar la vida y gozar de días felices debe hacer cinco cosas para vivir feliz.
Refrenar tu lengua de hablar el mal: Esto significa, no critiques, no juzgues, no menosprecies a nadie. Así como te gusta que te traten a ti, así trata a los demás. Sigue el ejemplo de Jesús, Él fue humillado, criticado, la gente hablaba mal de Él, y sin embargo, Él no tomaba venganza haciendo lo mismo que le hacían. Él no criticaba, no juzgaba, no humillaba. Debes de buscar ser como Él día a día.
Refrenar tus labios de proferir engaños: Esto es decir mentiras. O más bien, chismes. ¿Cuántas veces hemos escuchado un chisme y lo hemos comentado en vez de frenarlo? ¿Cuántas veces has iniciado un chisme tú? Tal vez por venganza, por enojo, o por una raíz de amargura que tenías con alguien.
Nada ganarás con mentir. Siempre me han dicho “La mentira tiene patas cortas”, y es verdad, tarde o temprano, si tú has mentido, eso te volverá en contra. Por eso estoy de acuerdo con este salmo, no seremos felices si vivimos mintiendo. Tal vez no has hecho un chisme, pero sí has mentido sobre ti para agradarle a alguien o a un grupo o a un líder. Dios te ha hecho único, no debes de engañar a nadie, aprende que si quieres ser feliz, ese no es el camino.
Apártate del mal: Esto quizás es lo más difícil, todos somos pecadores y cometemos nuestros errores. Pero apartarse del mal no significa dejar de pecar, sino reconocer que lo estás haciendo. Reconoce que esas amistades son mala influencia para ti, reconoce que le das más tiempo a cosas vanas que a tu Dios, reconoce el mal y apártate de él. Eso seguirá abriéndote camino a una vida feliz.
Haz el bien: Sigue a Jesús. Deja que el Maestro sea tu guía, que te enseñe a corregir tus errores, que te dé sabiduría, fuerzas cuando todo parece ir mal. No tomes venganza, déjale eso a Él. Actúa pensando, no actúes estando enojado. Así evitarás muchas situaciones que no te dejarían ser feliz.
Y por último, y lo que más me gusta de este salmo: BUSCA LA PAZ, Y SÍGUELA. No te canses de buscar la paz aún en los momentos de tormenta. Jesús ha dicho “Mi paz les dejo, mi paz les doy”. No busques la paz del mundo que es momentánea, busca la paz de Dios. Síguela, es eterna, es gratis, es para ti y para mí.
Dile a tu Dios que te ayude a encontrar la verdadera felicidad en Él. Que te dé Su paz, aún cuando no entiendas Su voluntad. Que te enseñe a actuar con sabiduría. ¡Yo quiero ser feliz contigo a mi lado, Señor!
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