La ley de Dios es perfecta, y nos da nueva vida. Sus mandatos son dignos de confianza, pues dan sabiduría a los jóvenes. Las normas de Dios son rectas y alegran el corazón. Sus mandamientos son puros y nos dan sabiduría. La palabra de Dios es limpia y siempre se mantiene firme. Sus decisiones son al mismo tiempo verdaderas y justas. Yo prefiero sus decisiones más que montones de oro, me endulzan la vida más que la miel del panal. Me sirven de advertencia; el premio es grande si uno cumple con ellas. (Salmos 19:7-11)
Permíteme comenzar este devocional con un poco de humor. Hace poco fui a la ciudad “Cristianolandia”. Tenía que comprar una Biblia y me recomendaron ir a esta ciudad. Entré en la librería cristiana, por supuesto, y me atendió un humilde hermano, quien con una sonrisa me dijo: “Dios la bendiga, ¿En qué puedo ayudarla?”.
“Quiero una BIBLIA” le dije, a lo que el hermano sorprendido y entusiasmado me respondió: “Pues mire hermana, aquí tenemos Biblias para todos los gustos, todo estilo, tamaño, color”. Le pedí por favor que me hiciera una lista con los nombres de las Biblias, una pequeña descripción de ellas y sus precios. Y esa lista quiero compartirlas:
Biblia desodorante: Dícese de aquella que cargan los cristianos debajo del brazo para ir a la iglesia, no la abren, no la cierran, no la leen, sólo la usan para “oler bien”. Precio: 2 dólares.
Biblita: Pequeñita, simpatiquita, hermosita, de esas que entran en los bolsos de las mujeres sin que les pese, pero de tan pequeña que es, se olvidan de sacarla de su bolso para leerla; sólo la sacan a pasear. Precio: 1 dólar.
Biblia Remoto: Con formato de control remoto, especial para caballeros que disfrutan de ver mucho fútbol por tv, viene con botones, ¡pero claro! Sólo la tocan cuando necesitan cambiar (de canal) algo en su vida, el resto del tiempo la dejan tirada en un sofá. Precio: 5 dólares.
Biblia Vela: Diseñada para alumbrar en la más profunda oscuridad, el único defecto es que debes ser tú quien la encienda, nadie más lo hará por ti. Precio: 4 dólares.
Biblión: Es tan pesada que a la mayoría de los cristianos les da flojera abrirla, leerla, llevarla, moverla. Allí está, guardada. Precio: 1 dólar.
Biblia Polvo: Para aquellos cristianos amantes de dejar las cosas a medias o sin terminar. Es de aquellas que olvidan en los estantes, entre libros viejos, sucias y con las hojas amarillentas. Precio: 0,25 dólares o gratis si no tiene monedas.
Biblia decoración: Más conocida como “la Biblia de la casa”. Pasa de la mesa de la sala, a la mesa de la cocina, luego a un estante, luego al lado de un florero. Llegan tus vecinos, se las muestras, la apoyas en otro lugar, pero claro…de abrirla y leerla ni hablar. Precio: 3 dólares.
No muy conforme con esta lista, regresé a mi casa a reflexionar. ¿Cuál es el precio de mi Biblia? Ya sin humor lo diré: el precio de mi Biblia fue la sangre de Jesús. El precio de mi Biblia valió la vida de un hombre, el hijo de Dios. El precio de mi Biblia no tiene precio que se pueda calcular.
Yo no quiero una de las Biblias de esa lista. Tristemente muchos cristianos, y quizás yo en algún momento o tú al leerlo te has reído por sentirte identificado o identificada. Eso no debería de suceder. Las hojas que están escritas en tu Biblia, son la Palabra VIVA de Dios. Son sus promesas, sus milagros, sus bendiciones hechas letras y escritas. ¿Cómo no leerla?
Puede parecerte aburrido leer la Biblia, pero si no la lees, la que será aburrida será tu vida. Estar lejos de la Palabra de Dios es estar lejos de Dios. No podemos ir a la iglesia, orar, cantar, alabar, escribir para Dios, si no leemos Su palabra; eso sería hipocresía y mediocridad.
Analiza el versículo de allí arriba: “La ley de Dios es perfecta, y nos da nueva vida.” La Palabra de Dios DA VIDA; si no la leemos es como si estuviéramos MUERTOS espiritualmente. “Sus mandatos son dignos de confianza, pues dan sabiduría a los jóvenes.” La Palabra de DiosDA SABIDURÍA; si no la leemos no sabremos cómo enfrentar una situación difícil. “Las normas de Dios son rectas y alegran el corazón.” La Palabra de Dios DA ALEGRÍA; obedecer a Dios y sus normas por amor a Él, es la alegría más inmensa que jamás podrás sentir. “La palabra de Dios es limpia y siempre se mantiene firme.” La palabra de Dios ES FIRME; jamás Dios cambiará de parecer en cuanto a sus promesas, SÍ es SÍ para Él. “Sus decisiones son al mismo tiempo verdaderas y justas.” La Palabra de Dios ES VERDAD y JUSTICIA; si Dios debe reprenderte, lo hará, y si debe premiarte, también lo hará; la Biblia te ayudará a moldearte, porque Dios sabe lo que es mejor para ti. “Me sirven de advertencia; el premio es grande si uno cumple con ellas.” La Palabra de Dios nos ADVIERTE; ella es la única que cuidará nuestros pies de no caer ni tropezar, y cuando lo estemos por hacer, nos advertirá.
“¡Cuánto amo yo tu ley! Todo el día medito en ella. Tus mandamientos me hacen más sabio que mis enemigos porque me pertenecen para siempre. Tengo más discernimiento que todos mis maestros porque medito en tus estatutos. Tengo más entendimiento que los ancianos porque obedezco tus preceptos. Aparto mis pies de toda mala senda para cumplir con tu palabra. No me desvío de tus juicios porque tú mismo me instruyes. ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! ¡Son más dulces que la miel a mi boca! De tus preceptos adquiero entendimiento; por eso aborrezco toda senda de mentira.” (Salmos 97:104) La Palabra de Dios nos dará poder para vencer al enemigo, nos dará sabiduría por sobre ellos. Nos dará discernimiento para saber cuándo hay algo que está mal en nosotros. Obedecerla nos dará entendimiento, y el entendimiento hará que te alejes de lo que no está agradando a Dios. Por medio de la Biblia Dios nos instruirá, logrando que aborrezcamos hasta la más mínima mentira. Por favor, dale el verdadero valor que tiene a tu Biblia.
De corazón y como hermana en Cristo te pido, cada vez que vuelvas a mirar tu Biblia, tómate 5 segundos para reflexionar en cuál fue su precio. El precio de mi Biblia, fue la mismísima sangre de Jesús, y es por eso que la valoraré, la leeré y la viviré como lo merece.
Dios me hizo hablar esto porque yo he estado ciega y creí que si no leía Su palabra, podría tener una comunión con Dios, y Él me mostró que no es así. Como Padre quiere enseñarnos y mostrarnos el camino, pero para eso dejó la Biblia, para que la leamos.
Quizás por momentos sea aburrida, pero te aseguro que tu vida no será aburrida si la lees, sino que estará abundante de bendiciones del Señor. Dios te bendiga.