Está todo bajo control
Tú eres el Dios de la historia. Todo en el mundo sucede porque quieres que suceda. A unos los haces reinar, y a otros los quitas del trono. Tú haces que los sabios entiendan los misterios más profundos. Donde tú te encuentras no hay lugar para las sombras, porque la luz eres tú. (Daniel 2:21-22)
Daniel empezaba diciéndole a Dios “Tú eres el Dios de la historia”. El Dios de siempre, aquel que nunca cambió ni cambia, aquel que liberó a Israel, aquel que cumplió todas sus promesas, ese para Daniel, era el Dios de la historia. Le estaba diciendo al Señor “Sé que siempre has estado”.
A veces dudamos si Dios tiene el control de todo, pero Daniel afirmaba “Todo en el mundo sucede porque quieres que suceda”. A Dios nada se le escapa, Él tiene los detalles más pequeños de lo que sucede en todo el mundo y de lo que sucede en tu vida personal. Pero la pregunta es la siguiente, ¿Quién tiene el control, Dios o yo?
A veces crees que todo lo puedes controlar, pero es Dios quien controla todo. Debes poner tu confianza en Él, porque no hay imposibles en Su nombre. Aunque a veces creas tener todo “calculado”, debes ponerte a pensar si eso va acorde con la Voluntad de Dios, con el control de Dios.
Cuando nos lanzamos a hacer las cosas por nosotros mismos y nos olvidamos de poner a Dios primero, terminamos fracasando. Esto es porque cuando las cosas se salen de nuestro control, olvidamos poner la mano de Dios para hacerlo perfecto.
En el mundo seguro te habrán dicho “tú eres el dueño de tu destino”, “tú puedes luchar y cumplir tus sueños”, “tú puedes hacerlo solo si te lo propones”. Pero al conocer a Dios, nos damos cuenta que no era cierto. El dueño de nuestro destino es Dios, podemos cumplir nuestros sueños si se los entregamos a Él y sólo de Su mano podemos lograr las cosas con éxito.
Detrás de cada cosa que te suceda, hay un propósito de Dios en ello. No hay nada que te haya pasado que no haya sucedido con Su permiso, no hay nada que te suceda que no termine siendo usado para tu bien.
Daniel afirmaba “Donde tú te encuentras no hay lugar para las sombras, porque la luz eres tú”. Qué bonito es decirle eso a nuestro Dios, qué lindo es que Él sepa que le damos el total control de nuestra vida. Donde pongas a Dios siempre habrá luz y no sombras en tu vida. Donde Dios alumbre tus problemas, tus errores, esas sombras, desaparecerán.
Descansa en Dios, deja de intentar controlar todo sobre tu vida porque terminarás agotado y confundido. No te alejes de Su cuidado y de Su amor. Confía en Él y todo empezará a aclararse en tu vida. Dios siempre estuvo, siempre está y siempre estará contigo.
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