El ancla del alma
Ahora bien, como Dios no miente, su promesa y su juramento no pueden cambiar. Esto nos consuela, porque nosotros queremos que Dios nos proteja, y confiamos en que él nos dará lo prometido. Esta confianza nos da plena seguridad; es como el ancla de un barco, que lo mantiene firme y quieto en el mismo lugar. Y esta confianza nos la da Jesucristo, que traspasó la cortina del templo de Dios en el cielo, y entró al lugar más sagrado. Hebreos 6:18-19 (TLA)
Por eso Dios, queriendo demostrar claramente a los herederos de la promesa que su propósito es inmutable, la confirmó con un juramento. Lo hizo así para que, mediante la promesa y el juramento, que son dos realidades inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un estímulo poderoso los que, buscando refugio, nos aferramos a la esperanza que está delante de nosotros. Tenemos como firme y segura ancla del alma una esperanza que penetra hasta detrás de la cortina del santuario. Hebreos 6:17-19 (NVI)
Los negativos o los optimistas. Los que toman oportunidades o los que las dejan. Los que siguen adelante o los que se echan atrás. Los que tienen fe o los que dudan. Los exitosos o los fracasados. La sociedad ha puesto etiquetas a la gente según la actitud que toman frente a las circunstancias de la vida.
Aunque seamos cristianos y sepamos que en Cristo tenemos la victoria asegurada, dudamos. Eso no significa que no elijamos seguir adelante, pero lo hacemos dudosos. Avanzamos con los pasos flojos, no firmes. ¿Qué esperamos? Dios no miente, Él ha prometido y ha Jurando en su propio nombre que Su palabra es verdad, que todas sus promesas se cumplirán si le creemos.
Ahora bien, he puesto dos versiones para que podamos interpretar bien lo que Dios nos quiere decir. En la primera versión, dice que nosotros queremos que Dios nos proteja, lo cual es cierto, y afirma que la confianza en Él es un ancla que nos hace estar firmes y quietos en el mismo lugar. Tú sabes que el ancla en los barcos es muy pesada y se tira al agua cuando quieren que el barco se detenga.
Pero nuestra confianza no debe ser estática, es decir, no significa que como confiamos en Dios nos vamos a quedar quietos en un lugar de comodidad. ¡No! Al contrario, lo que Dios nos está diciendo, es que al tener esta confianza en Él, avancemos, avancemos y avancemos bajo Sus alas, no que nos quedemos quietos.
Por eso he puesto la segunda versión la cual aclara “tengamos un estímulo poderoso los que, buscando refugio, nos aferramos a la esperanza que está delante de nosotros”. La esperanza de que Dios está con nosotros hasta el fin de nuestros días, no debe ser para quedarnos en una zona de comodidad, sino para avanzar. Para ir por más, para conquistar, para vencer, para saber que pase lo que pase tenemos refugio.
No sé si alguna vez habrás visto carreras de caballos por televisión o en alguna película. Para entrenar a los caballos que competirán, a la par de la pista de carreras corre un auto con una vara y alimento en su punta. Ese auto va adelantado al caballo y la parte del alimento le sirve de estímulo para correr. Así los entrenan para que, el día de la carrera, corran como si fueran a recibir de premio ese alimento.
Así mismo Dios quiere que seamos. Él quiere que la esperanza la pongamos por delante de nuestros problemas y decisiones. Él quiere que nuestra ancla del alma sea la esperanza. Que sepamos que al final de la carrera recibiremos nuestro premio. Que por más que no veamos a veces la vara con el alimento y nos sintamos solos, sabemos que hemos sido entrenados para vencer. Sabemos que Dios nos ha dejado a Jesús como meta. ¡Afirma tus pasos!
Dios quiere demostrarnos a nosotros, los herederos de su promesa, que su propósito para nuestras vidas jamás va a cambiar, quiere hacernos ver que Él es firme y que quiere que nosotros seamos firmes también. ¿Cuál es el ancla de tu vida? ¿Estás en zona de comodidad o quieres ir por más? Es TAN poderosa la esperanza de un día estar en presencia de nuestro Señor que no podemos negarla. Ya no seas cómodo, échate a correr porque Dios hará firmes tus pasos.
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