Halloween no existís


Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me adoran; sus enseñanzas no son más que reglas humanas. Mateo 15:8-9

"Todos lo celebran", "No tiene nada de malo", "Es sólo por diversión", "Lo hago porque lo hacen mis amigos", "Es sólo disfrazarse", éstas y muchas otras excusas he escuchado de gente a la que le han preguntado "¿Por qué celebras Halloween?". La verdad es que la mayoría de la gente (cristiana o no cristiana) no conoce el verdadero significado de esta "fiesta". Muchos lo hacen por diversión o por tradición, pero allí está el problema, no saben realmente lo que están haciendo.

No hablaré de toda la historia del Halloween. En un principio era una celebración para recordar a los santos muertos, se la llamaba "Víspera de todos los santos". Pero Satanás empezó a actuar. Sectas comenzaron a tomar este día como una celebración en la cual rendir culto al "señor de la muerte". Hoy en día muchas sectas satánicas alrededor del mundo usan este día para hacer sacrificios a Satanás. Sí, así como lo lees por si no lo sabías, en Estados Unidos días antes de esta celebración desaparecen niños y gatos negros. El diablo ha pervertido la mente de esta gente, no podemos permitirnos participar de algo así.

Los niños, inocentes sin saber lo que significa, se disfrazan de brujas, adivinos, esqueletos, vampiros, zombies, demonios, y todo eso pertenece al lado oscuro del diablo. Si tú eres madre o padre, trata de cuidar a tus niños, instrúyelos y explícales lo que esto significa. Si eres adolescente, no te dejes llevar por el "qué dirán" si no celebras esto. Sé firme en tu fe, tú llevas luz dentro. ¡Nunca jamás la oscuridad podrá ganarle a tanta luz!

Ora por esas almas, dile que sí a Cristo y NO a los engaños del enemigo. Ya sabes que la mayor mentira del diablo ha sido hacerle creer a la gente que él no existe, que él no hace mal a nadie, que el pecado no significa nada. Muchos dicen que esta celebración "no tiene nada de malo", y eso es lo que el enemigo les ha hecho creer, les ha puesto en su mente que es algo indefenso. Pero a la verdad Dios nos ha llamado para ver todo con Sus ojos y examinar todo. La Biblia dice "Examinadlo todo, retened lo bueno". ¿Crees que esto es bueno?

Bueno es sólo Dios. Sigamos sus enseñanzas. No seamos como nuestros antepasados que le fallaron a Dios y por eso Él mismo dijo "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí". Yo quiero que mi corazón lo alabe con todas sus fuerzas, yo quiero aprender a examinarlo todo y a retener sus enseñanzas. Yo quiero ser luz en medio de tanta oscuridad.

"Que nadie los engañe con argumentaciones vanas, porque por esto viene el castigo de Dios sobre los que viven en la desobediencia. Así que no se hagan cómplices de ellos. Porque ustedes antes eran oscuridad, pero ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de luz (el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad) y comprueben lo que agrada al Señor. No tengan nada que ver con las obras infructuosas de la oscuridad, sino más bien denúncienlas, porque da vergüenza aun mencionar lo que los desobedientes hacen en secreto". Efesios 5:6-12.

Analiza esto y enseña a quien aún no lo sepa. Seamos luz en este día de oscuridad. Si tú como cristiano celebras este día, ¿Cómo los que no son cristianos van a tomar de forma seria las cosas de Dios? Sé ejemplo. Cuida tu espíritu y busca de Dios.

Y con un poco de humor agrego: HALLOWEEN NO EXISTÍS. Firma: Navidad. ¡Nunca podrán apagar tu luz Jesús!

¿Quién tiene el control?


Tú eres el Dios de la historia. Todo en el mundo sucede porque quieres que suceda. A unos los haces reinar, y a otros los quitas del trono. Tú haces que los sabios entiendan los misterios más profundos. Donde tú te encuentras no hay lugar para las sombras, porque la luz eres tú. Daniel 2:21-22

Daniel empezaba diciéndole a Dios “Tú eres el Dios de la historia”. El Dios de siempre, aquel que nunca cambió ni cambia, aquel que liberó a Israel, aquel que cumplió todas sus promesas, ese para Daniel, era el Dios de la historia. Le estaba diciendo al Señor “Sé que siempre has estado”.

A veces dudamos si Dios tiene el control de todo, pero Daniel afirmaba “Todo en el mundo sucede porque quieres que suceda”. A Dios nada se le escapa, Él tiene los detalles más pequeños de lo que sucede en todo el mundo y de lo que sucede en tu vida personal. Pero la pregunta es la siguiente, ¿Quién tiene el control, Dios o yo?

A veces crees que todo lo puedes controlar, pero es Dios quien controla todo. Debes poner tu confianza en Él, porque no hay imposibles en Su nombre. Aunque a veces creas tener todo “calculado”, debes ponerte a pensar si eso va acorde con la Voluntad de Dios, con el control de Dios.

Cuando nos lanzamos a hacer las cosas por nosotros mismos y nos olvidamos de poner a Dios primero, terminamos fracasando. Esto es porque cuando las cosas se salen de nuestro control, olvidamos poner la mano de Dios para hacerlo perfecto. 

En el mundo seguro te habrán dicho “tú eres el dueño de tu destino”, “tú puedes luchar y cumplir tus sueños”, “tú puedes hacerlo solo si te lo propones”. Pero al conocer a Dios, nos damos cuenta que no era cierto. El dueño de nuestro destino es Dios, podemos cumplir nuestros sueños si se los entregamos a Él y sólo de Su mano podemos lograr las cosas con éxito. 

Detrás de cada cosa que te suceda, hay un propósito de Dios en ello. No hay nada que te haya pasado que no haya sucedido con su permiso, no hay nada que te suceda que no termine siendo usado para tu bien.

Daniel afirmaba “Donde tú te encuentras no hay lugar para las sombras, porque la luz eres tú”. Qué bonito es decirle eso a nuestro Dios, qué lindo es que Él sepa que le damos el total control de nuestra vida. Donde pongas a Dios siempre habrá luz y no sombras en tu vida. Donde Dios alumbre tus problemas, tus errores, esas sombras, desaparecerán.

Descansa en Dios, deja de intentar controlar todo sobre tu vida porque terminarás agotado y confundido. No te alejes de Su cuidado y de Su amor. Confía en Él y todo empezará a aclararse en tu vida. Dios siempre estuvo, siempre está y siempre estará contigo.

Busca la paz y síguela


El que quiera amar la vida y gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir engaños; que se aparte del mal y haga el bien; que busque la paz y la siga. Salmos 34:12-14

Dios nos ha dado la capacidad de elegir. Lo bueno o lo malo, el cielo o el infierno, lo que nos gusta o lo que no nos gusta, vivir felices o vivir infelices. La decisión sobre tu vida la tienes tú, Él jamás te obligará a nada. Pero dudo que haya alguien sobre esta tierra que quiera vivir siendo infeliz. Pero ¿Cuál es la fórmula para vivir feliz? 

En un principio, Jesús es la vida, fuera de Él jamás encontraremos felicidad verdadera sino momentos de alegría vanos. Según este salmo, el que quiera amar la vida y gozar de días felices debe hacer cinco cosas para vivir feliz. 

Refrenar tu lengua de hablar el mal: Esto significa, no critiques, no juzgues, no menosprecies a nadie. Así como te gusta que te traten a ti, así trata a los demás. Sigue el ejemplo de Jesús, Él fue humillado, criticado, la gente hablaba mal de Él, y sin embargo, Él no tomaba venganza haciendo lo mismo que le hacían. Él no criticaba, no juzgaba, no humillaba. Debes de buscar ser como Él día a día.

Refrenar tus labios de proferir engaños: Esto es decir mentiras. O más bien, chismes. ¿Cuántas veces hemos escuchado un chisme y lo hemos comentado en vez de frenarlo? ¿Cuántas veces has iniciado un chisme tú? Tal vez por venganza, por enojo, o por una raíz de amargura que tenías con alguien. 

Nada ganarás con mentir. Siempre me han dicho “La mentira tiene patas cortas”, y es verdad, tarde o temprano, si tú has mentido, eso te volverá en contra. Por eso estoy de acuerdo con este salmo, no seremos felices si vivimos mintiendo. Tal vez no has hecho un chisme, pero sí has mentido sobre ti para agradarle a alguien o a un grupo o a un líder. Dios te ha hecho único, no debes de engañar a nadie, aprende que si quieres ser feliz, ese no es el camino.

Apártate del mal: Esto quizás es lo más difícil, todos somos pecadores y cometemos nuestros errores. Pero apartarse del mal no significa dejar de pecar, sino reconocer que lo estás haciendo. Reconoce que esas amistades son mala influencia para ti, reconoce que le das más tiempo a cosas vanas que a tu Dios, reconoce el mal y apártate de él. Eso seguirá abriéndote camino a una vida feliz.

Haz el bien: Sigue a Jesús. Deja que el Maestro sea tu guía, que te enseñe a corregir tus errores, que te dé sabiduría, fuerzas cuando todo parece ir mal. No tomes venganza, déjale eso a Él. Actúa pensando, no actúes estando enojado. Así evitarás muchas situaciones que no te dejarían ser feliz.

Y por último, y lo que más me gusta de este salmo: BUSCA LA PAZ, Y SÍGUELA. No te canses de buscar la paz aún en los momentos de tormenta. Jesús ha dicho “Mi paz les dejo, mi paz les doy”. No busques la paz del mundo que es momentánea, busca la paz de Dios. Síguela, es eterna, es gratis, es para ti y para mí. 

Dile a tu Dios que te ayude a encontrar la verdadera felicidad en Él. Que te dé Su paz, aún cuando no entiendas Su voluntad. Que te enseñe a actuar con sabiduría. ¡Yo quiero ser feliz contigo a mi lado, Señor! 

Pasos de fe


Como dice la Biblia: Para aquellos que lo aman, Dios ha preparado cosas que nadie jamás pudo ver, ni escuchar ni imaginar. 1 Corintios 2:9

Cuenta la Biblia, que el mismo día que Jesús resucitó, dos de sus seguidores iban camino hacia Emaús. El pueblo era cercano a Jerusalén por lo que los hombres emprendieron su camino a pie. En el camino, se les unió Jesús, pero ellos no lo reconocieron. Jesús preguntaba de qué hablaban y justo era de Él de quien estos hombres estaban platicando.

Los hombres estaban tristes, desesperanzados, desconsolados por la muerte de Jesús. Le explicaban al mismo Cristo que esperaban que Él fuera el libertador de Israel pero lo consideraban muerto. No creían que Él resucitaría, pensaban que su líder y pastor Jesús los había abandonado, los había dejado solos. Estos hombres sabían que el cuerpo del Señor ya no estaba en la tumba, pero no creía que era quien los acompañaba en su viaje a Emaús.

Jesús, algo molesto, les explicó que era necesario que Él sufriera y muriera para reinar en los cielos. Como ya era tarde, los hombres lo invitaron a pasar donde ellos se hospedaban. Y ahí sucedió. Jesús actuó, hizo algo visible ante los ojos de estos hombres que fue partir el pan y dar gracias a Dios. Recién allí, por haber VISTO lo que Jesús hizo, lo reconocieron.

Pero ¿Qué dijeron? “Los dos se dijeron: ¿No es verdad que, cuando él nos hablaba en el camino y nos explicaba la Biblia, sentíamos como que un fuego ardía en nuestros corazones?” Lucas 24:32.

Jesús estuvo en todo momento con ellos. Jesús no los había abandonado a pesar de que ellos no lo veían como quien era. Esos seguidores, tendrían que haber seguido ese fuego de su interior, esa fe que les decía “Jesús está caminando junto a ustedes aunque no lo vean” y no su actitud farisea de esperar ver un milagro con los ojos.

¿Dónde está Jesús cuando todo sale mal? Él está arriba, abajo, a tu izquierda, a tu derecha y dentro de ti, Él está aunque no lo veas. ¿Dónde está cuando te sientes solo/a? Él está ahí mismo, aunque no lo reconozcas. Sé que sientes su fuego, sé que sabes que no te abandonará. Llegará el momento, en que se siente en la mesa contigo y te comparta de su pan, llegará el momento en que te llene de bendiciones, pero debes de saber reconocerlo en el camino.

No dejes que ese fuego se apague, no camines por vista, camina por fe. Cuando todo parezca oscuro y no puedas ver la luz, será difícil caminar por vista, pero por fe siempre es posible. Dios tiene para ti cosas que ojo no vio, ni oído escuchó, ni mente imaginó, ni persona que lo sepa. A donde Él te está llevando es un lugar único, déjalo ir contigo y siempre sigue adelante dando pasos de fe.

¿Aprobación humana o de Dios?


Yo no ando buscando que la gente apruebe lo que digo. Ni ando buscando quedar bien con nadie. Si así lo hiciera, ya no sería yo un servidor de Cristo. ¡Para mí, lo importante es que Dios me apruebe! Gálatas 1:10

¿Qué busco con esto: ganarme la aprobación humana o la de Dios? ¿Piensan que procuro agradar a los demás? Si yo buscara agradar a otros, no sería siervo de Cristo. Gálatas 1:10

“Quiero que sepan, hermanos, que el evangelio que yo predico no es invención humana. No lo recibí ni lo aprendí de ningún ser humano, sino que me llegó por revelación de Jesucristo.” (Gálatas 1:11-12) Así les escribía Pablo a los hermanos de Galacia. Pablo notaba que mucha gente se había olvidado del verdadero evangelio y que empezaba a buscar agradar a los humanos en vez de a Dios.

Pablo sintió la importancia de recordar qué es el evangelio, qué significa vivir por y para Cristo, y hoy yo siento la misma necesidad de recordarlo. ¿Por qué? Verás, ayer leí un comentario de una chica, que decía: “No sé si ser católica, evangélica, cristiana, o cristiana evangélica, o judía. ¡Ayúdenme!”. Y yo por dentro pensaba, qué mal que se ha tergiversado la Palabra de Dios.

La gente busca un grupo de pertenencia, busca “dónde encajar” dentro de su diario vivir. Ésta chica se ve que tiene una necesidad de Dios, y claro que la tendrá, hemos nacido con un vacío de Dios que sólo Él puede llenarlo. Pero ahí está la diferencia, no necesita pertenecer a una “religión” o “secta”. Necesita conocer al Verdadero Dios, necesita dejarse amar por el Padre perfecto. No necesita buscar agradar a los grupos de pertenencias, sino a Dios.

En la Biblia no se menciona la palabra “religión”, sino RELACIÓN. Relación con nuestro Dios, una relación de amor, de confianza, de amistad, de sinceridad, de honestidad, eso es lo que Jesús nos ha enseñado a través del evangelio. Y para tener una relación con nuestro Dios, debes de buscar agradarle día a día. A veces es difícil, lo sé, pero ¿Cómo quieres recibir bendiciones de Dios si tú no lo bendices a Él con tu testimonio?

Pablo afirma “Sólo habían oído decir: “Ese hombre, que antes nos hacía sufrir, está ahora anunciando la buena noticia que antes quería destruir.” Y alababan a Dios por el cambio que él había hecho en mí.” Gálatas 1:23-24. Dios había tocado su corazón, Dios había hecho un cambio en Pablo. Tanto como en ti y en mí, Dios también ha hecho un cambio.

Debes de hacer valer el sacrificio de Cristo en la cruz. Cuando nos alejamos de los caminos de Dios por la opinión de los demás, o porque quisimos agradar a los hombres, Él no nos reprende sino que nos dice “Te extrañé”. Vuelve a Él, ya no busques agradar a los humanos con cosas vanas, materiales, o actitudes que no van contigo. Tú eres un hijo de Dios, deja que los demás alaben a Dios por tu propia vida.

Déjalo entrar


Mientras esperan al Señor, muéstrense alegres; cuando sufran por el Señor, muéstrense pacientes; cuando oren al Señor, muéstrense constantes. Romanos 12:12

A veces parece difícil cumplir con lo que este versículo dice. Es difícil estar alegre cuando todo se está derrumbando, esperar cuando parece que ya no hay más tiempo, es difícil perdonar a alguien que nos ha ofendido, es difícil mantenerse en calma cuando estás desesperado y preocupado, es difícil tener fe cuando muchas situaciones diaras no nos dejan creer.

Pero a pesar de lo difícil que sea, por más duro que todo resulte, debes confiar en el Señor que te fortalece.

Sí, confiar en el Señor que te fortalece. Aquel que dio su vida por ti. Aquel que resignó su riqueza, poder y majestad en la tierra para humillarse y ser un hombre más. Aquel que te ama hasta el punto que te prometió que volvería a buscarte. Aquel que te enseñó que en los cielos hay un Padre que tiene todo el control.

Aquel mismo, Jesús, el que ha hecho más de lo que imaginas por ti, ¿No crees que te sacará de donde estás? ¿No crees que llegará el momento en que te dará Su paz? Yo te aseguro, que ese hombre, ese Dios, ese amigo, ese hermano, ese consolador, ese TODO que es Jesús, quiere fortalecerte.

Cierta vez leí una historia de un pintor. Este hombre, en una de sus obras, pintó el frente de una casa con la puerta de entrada. La gente estaba asombrada por la belleza de esa pintura, pero una persona notó que la puerta no tenía picaporte del lado de afuera ni cerradura. A esa casa no se podía entrar desde afuera.

"¿Pero cómo se supone que se entra a esa casa? ¡Esa pintura tiene falla!" y el hombre muy tranquilo les explicó: "Esa casa es el corazón del hombre, solamente se abre del lado de adentro. Cuando Jesús toca, es decisión del hombre dejarlo entrar". Es así, tú elijes si quieres quedarte encerrado con tus problemas y preocupaciones o decides abrirle la puerta a Jesús. Cuando Él esté en tu corazón, te llenará de Su paz.

Cuando esperes en Él, muéstrate alegre porque sabes que está contigo. Cuando sufras por Él y alguien te ofenda, sé paciente porque sabes que Dios te recompensará. Cuando ores, muéstrate constante y demuéstrale a tu Dios, que a pesar de todo, sabes que Él tiene el control.

Sentirán vergüenza

Tú mismo tienes que ser un buen ejemplo en todo. Enséñales a hacer el bien y, cuando lo hagas, hazlo con seriedad y honestidad. Di siempre lo bueno, y así nadie podrá criticarte. Si haces lo que te digo, los que están en contra nuestra sentirán vergüenza y no podrán hablar mal de nosotros. Tito 2:7-8

“¡Ay! ¿Ese es cristiano?”, “Para ser como él/ella mejor me quedo como estoy”, “Qué lindas actitudes pff, y eso que eres cristiano...”. Mucha gente (incluso los cristianos) juzga a los demás por sus actitudes. Dicen que “somos lo que dice la gente”, yo creo que “somos lo Dios dice que somos”. Si bien la gente puede juzgarte por tus actitudes, tú no debes cambiar para agradarles a ellos sino para agradarle a Dios.

Jesús nos da dos ejemplos claros de cómo actuar:

Tratar al otro como a ti mismo

“Y el segundo mandamiento en importancia es parecido a ése, y dice así: “Cada uno debe amar a su prójimo como se ama a sí mismo”. Mateo 22:39. ¿Qué significa amar al otro como a mí mismo? Significa que no debes dejarte llevar por tus amarguras o enojos, así como a ti no te gustaría que te traten con enojo. Si alguien te ha lastimado, no seas impulsivo. Piensa antes de abrir la boca, porque las palabras hieren y por más que luego te disculpes, puedes llegar a dejar una marca en esa persona.

Pregúntate, ¿Me diría a mí mismo “Cállate” o “No quiero escuchar tus escusas”? ¿Me diría a mí mismo “Tú no sirves para esto” o “Yo tengo la razón”?. Debes siempre tratar de pensar con tu mente tranquila. Por más grande que sea el dolor que sientas, eres un hijo de Dios y debes aprender a actuar como tal.

Trata al otro como a ti mismo, sin importar la circunstancia. Cuesta, pero Jesús así trataba hasta a quienes estaban en Su contra.

Tratar al otro como a Jesús y hacer todo para Él

“Porque cuando tuve hambre, ustedes me dieron de comer; cuando tuve sed, me dieron de beber; cuando tuve que salir de mi país, ustedes me recibieron en su casa; cuando no tuve ropa, ustedes me la dieron; cuando estuve enfermo, me visitaron; cuando estuve en la cárcel, ustedes fueron a verme.” Y los buenos me preguntarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te dimos de comer? ¿Cuándo tuviste sed y te dimos de beber? ¿Alguna vez tuviste que salir de tu país y te recibimos en nuestra casa, o te vimos sin ropa y te dimos qué ponerte? No recordamos que hayas estado enfermo, o en la cárcel, y que te hayamos visitado.” Yo, el Rey, les diré: “Lo que ustedes hicieron para ayudar a una de las personas menos importantes de este mundo, a quienes yo considero como hermanos, es como si lo hubieran hecho para mí.” Mateo 25:35-40

Imagínate en medio de una discusión, tú y la otra persona empiezan a subir el tono de voz o empiezan a decirse cosas no tan bonitas. De repente, la otra persona se transforma en Jesús. ¿Seguirías gritándole? ¿Seguirías diciéndole lo que le estabas diciendo? Estoy segura que no, por eso debes de tratar al otro como si fuera Jesús.

Cuando alguien te pide ayuda, hazlo como si fuera Jesús. Cuando alguien se disculpa contigo, no dejes que tu rencor te gane y discúlpalo como si fuera Jesús. Si alguien te levanta el tono de voz o te trata mal, no lo imites, dile que se calme y que prefieres hablar cuando estén más tranquilos.

En Colosenses 3:23 leemos “Todo lo que hagan, háganlo de buena gana, como si estuvieran sirviendo al Señor Jesucristo y no a la gente”. Por eso, a partir de hoy, empieza a actuar como si lo hicieras todo para Cristo. Tienes que ser ejemplo, sé sincero y honesto con las personas y con Dios, Él no nos quiere hipócritas. Que tus palabras siempre suelten bendición así nadie podrá burlarse de Dios por tus actitudes.

Si haces eso, así como lo dice en la Biblia, los que tanto nos critican y observan cada paso que demos, se quedarán callados y sentirán vergüenza. Dirán: Éste sí que es un/a verdadero Hijo/a de Dios.

Éste es el día


Éste es el día en que el Señor actuó; regocijémonos y alegrémonos en él. Salmos 118:24

La piedra que rechazaron los constructores del templo es ahora la piedra principal. Esto nos deja maravillados, pues Dios es quien lo hizo. Hagamos fiesta en este día, porque en un día como éste Dios actuó en nuestro favor. Salmos 118:22-24

Ni ayer, ni mañana, ni hace un mes ni la semana que viene. Hoy, hoy es el día. Éste es el día en el que el Señor actuó en tu favor. Pero tú dirás ¿Sólo hoy? ¿Sólo hoy que leo este devocional?

La respuesta es: ¡No! Abre tu Biblia mañana, apuesto que el Salmos 118:24 seguirá diciendo lo mismo: ÉSTE ES EL DÍA... No dirá “Ayer fue el día”. Eso significa, que Dios, cada día de nuestras vidas, actúa en nuestro favor.

Y esto debe maravillarnos. Sé que muchas veces Dios se esconde, parece distante, pero eso no significa que no esté actuando. Mira una cucharada de azúcar en una taza de café, luego de mezclar el azúcar no se ve más, pero eso no significa que no haya endulzado el café. Así es Dios con nosotros, aunque no lo veamos, Su mano invisible maneja cada uno de los movimientos de tu vida.

Sé también que cuesta entender a Dios, y que incluso a veces es imposible. La Biblia nos dice en Isaías 55:8-9: “Dios dijo: Yo no pienso como piensan ustedes ni actúo como ustedes actúan. Mis pensamientos y mis acciones están muy por encima de lo que ustedes piensan y hacen: ¡están más altos que los cielos! Les juro que así es”.

Nosotros sabemos que Dios es infinito por lo tanto sus pensamientos también lo son y sobrepasa nuestro entendimiento. Pero, a pesar de muchas veces no entender el fin o el objetivo de ciertas situaciones de nuestras vidas, sabemos, confiamos  y afirmamos, que nuestro Dios actuará de forma Perfecta en nuestro favor.

Así que ya no dudes del poder de Dios sobre tu vida. Aunque en este momento algunas cosas en tu vida parezcan confusas, aunque sientas que Dios te ha abandonado, aunque todo parezca difícil o incomprensible, no temas. Dios ya te mostrará Su voluntad y Su propósito, te hará entender por qué es necesario que atravieses lo que estás atravesando, pero no temas.

Dios va caminando de tu mano, no te suelta y este día, y mañana, y pasado y siempre, Él va a estar actuando en tu favor. Éste es el día para volver a sonreír, porque sabes que Dios va de tu lado.

Cristomicina



A pesar de todo esto, él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores. Nosotros pensamos que Dios lo había herido y humillado. Pero él fue herido por nuestras rebeliones, fue golpeado por nuestras maldades; él sufrió en nuestro lugar, y gracias a sus heridas recibimos la paz y fuimos sanados. Isaías 53:4-5


Seguramente cuando sufres algún dolor físico o estrés, dolores de cabeza, vómitos, tensión, dolor de estómago, tos, gripe, fiebre o alguna enfermedad un poco más fuerte, tomas cierta medicina para sanar. Pero ¿Qué pasa cuando el dolor es del corazón? ¿Qué pasa cuando hay una necesidad de amor, paz? ¿Qué pasa cuando hay una sed de cariño, de respeto, de valoración? Sólo hay una solución: Cristomicina.

Aquella medicina para el corazón fue preparada desde antes de que existiéramos y sólo debemos aceptarla para sanarnos. Es triste ver mucha gente sin ella, mucha gente necesitada de respeto, necesitada de un día de paz, necesitada de libertad, necesitada de amor. Pero tú y yo, venimos a hacer de doctores. Tú y yo, ya hemos recibido y aceptado la Cristomicina, ahora vivimos con Cristo en nosotros, pero es nuestro deber presentar esta medicina al mundo.

Porque déjame recordarte algo, Cristo no dio su vida sólo por los cristianos, Él la dio por cada una de las personas en este mundo. Eso es muy diferente a que muchos lo reconozcan o lo acepten, pero Dios ama a cada una de las personas de este mundo y está esperando que acepten esta medicina. Cristo sufrió por la gente de este mundo, no sólo por los cristianos.

Tal vez es fuerte lo que digo, pero es cierto. Isaías 53 habla de lo que Cristo hizo para que cada una de las personas de este planeta sean salvas. Él sufrió por nuestros pecados, cargó nuestros dolores, soportó nuestras enfermedades, rebeliones, maldades. Tuvo que seguir adelante por ti, por mí, por todos, aguantando que lo desprecien, siendo humilde y manso, sin que lo tengan en cuenta, fue herido, humillado. Pero Él nunca se quejó.

Entonces, ¿Qué hacemos nosotros quejándonos? Sí, yo sé que hay maldad en este mundo. Pero eso no significa que Dios sea malo. Así como en donde haya falta de luz, habrá oscuridad; en donde haya falta de Dios, habrá falta de amor y maldad. Empieza a cumplir tu misión en este mundo: sé el doctor de las almas que tienen dolor. Siéntete elegido porque Dios te ha escogido.

“Cristomicina”, una canción de Papo Rivera, afirma: “Porque muy pronto el médico se retira; y se curarán los que han probado Cristomicina”. Da a conocer hoy la Cristomicina, Dios tendrá en cuenta cada vez que lo hagas y no dudes que tendrás recompensa.

Hoy elijo dar gracias


Desde allí, Jonás oró a Dios: “Cuando estaba sufriendo, tú, mi Dios, me ayudaste. Cuando estaba casi muerto, pedí ayuda y me la diste. Me arrojaste a lo más hondo del mar. Sólo agua veía yo por todos lados; grandes olas cruzaban sobre mí. Llegué a pensar que ya no me querías, que no volvería a entrar en tu templo. Me había hundido por completo. El mar me cubría todo, y las algas se enredaban en mi cabeza. Creí que ya nunca saldría del fondo del mar. Pero tú, Dios mío, me salvaste la vida. Cuando ya estaba sin fuerzas, me acordé de ti, y oré. Mi oración llegó hasta tu santuario. Los que adoran a otros dioses, a los ídolos sin vida, no pueden decir que tú eres su Dios. Pero yo voy a adorarte y a cantarte con alegría. Cumpliré las promesas que te hice. ¡Porque sólo tú puedes salvar!”. Por fin, Dios le ordenó al pez: “¡Arroja a Jonás en la orilla del mar!” Jonás 2

Dios había dado un mensaje a Jonás para que lo llevara a un pueblo. Jonás no quiso obedecerle, sino que decidió huir de Dios, esconderse. Él había cometido un error, lo reconoce, pero prefirió huir antes que enfrentar a Dios. Dios, permitió que haya una tormenta en donde Jonás iba navegando, y ordenó a un pez que se lo tragara.

Jonás pasó dentro del pez tres días y tres noches, pero ¿Por qué? ¿Por qué Dios no lo mató? ¿Por qué no ordenó Dios al pez que se lo comiera? ¿Por qué a pesar de haber desobedecido a su Dios, Él seguía dejándolo con vida? Porque esperaba que Jonás se arrepintiera y fuese agradecido. Se arrepintiera por haberle desobedecido, pero que le agradeciera que de tantos hombres en el mundo, lo había elegido a él para enviar un mensaje y él no supo agradecerlo a tiempo.

En la Biblia se nos habla muchas veces de ser agradecidos. “Dediquen siempre tiempo a la oración, y den gracias a Dios.” Colosenses 4:2. Nosotros como cristianos, tanto tú como yo, estoy segura que pasamos tiempo en oración. Pero ¿Cuánto de ese tiempo lo usas para agradecer? Te aseguro que si oras 10 minutos, 6 minutos son para peticiones, 3 para alabar a Dios, y sólo 1 minuto para agradecer. Si nosotros agradeciéramos tanto como pedimos, Dios estaría más contento con nosotros.

No digo que está mal orar pidiendo. En la Biblia misma se nos dice “Pedid y se les dará”. Pero NO debemos olvidarnos de ser agradecidos. “No se preocupen por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y sean agradecidos. Así Dios les dará su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a comprender, pero que protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo.” Filipenses 4:6-7

Al vivir con un corazón agradecido, tu visión ante cualquier situación de tu vida será totalmente distinta. Mira a Jonás. Llega la tercera noche de estar dentro de ese pez, lo imagino preguntándose que qué es lo que quería Dios con dejarlo vivo allí dentro. Y Jonás empezó a recordar de dónde Dios lo había sacado: “Cuando estaba sufriendo, tú, mi Dios, me ayudaste. Cuando estaba casi muerto, pedí ayuda y me la diste...” Primero agradece, agradece a Dios por todo lo que ha hecho por ti hasta este momento. Sin importar la circunstancia en la que estaba, Jonás aprendió a agradecer.

Y así debemos de aprender nosotros. Agradecer es un paso importantísimo como cristianos. Dios no buscará tu bienestar material, tu éxito, tu fama, Él buscará tu corazón. Y ese corazón, ante Su presencia, debe de estar agradecido eternamente por todo lo que Dios ha hecho por nosotros desde antes que existiéramos. Él perdonó tus pecados, te salvó, te redimió, te permite tener una relación con Él, te habla, te concede tus peticiones; agradécele.

Y por sobre todo, cuando todo parezca ir mal, es cuando más debes agradecerle, Él lo valorará. “Gracias Señor, porque aunque no conozco tus planes, sé con todo mi corazón que son Perfectos. Gracias mi Dios, porque aún cuando mi alma está triste o en medio de una prueba, sé que tú me ayudarás a Tu tiempo. Gracias Señor, hoy elijo darte las gracias”.

“Den gracias a Dios en cualquier circunstancia. Esto es lo que Dios espera de ustedes, como cristianos que son”. 1 Tesalonicenses 5:18