La mezcla de tu vida
Sabemos que Dios va preparando todo para el bien de los que lo aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo con su plan. Desde el principio, Dios ya sabía a quiénes iba a elegir, y ya había decidido que fueran semejantes a su Hijo, para que éste sea el Hijo mayor. Romanos 8:28-29
Este versículo deja muy en claro que sin importar lo que nos pase, Dios hará que todo acabe bien. Eso es cierto y pongo mi fe en que así es. Pero vamos a analizarlo parte por parte.
El pasaje comienza con la palabra “Sabemos”. Lee bien, dice “sabemos”, no “creemos”, “suponemos”, “tal vez pensamos”. Para que este versículo se aplique a las circunstancias de tu vida, debes de SABER que lo que dice el pasaje es cierto. Esto significa que cuando venga la prueba, no tengas que decir “Señor, ayúdame porque no sé cómo salir de esto”, sino que puedas afirmar con seguridad “Señor, YO SE, que Tú preparas todo para el bien…”. Debes de confiar en el Poder de Dios, Él sabe cómo y por qué las cosas suceden, no temas, a partir de hoy di: YO SE, afírmate, asegura tu confianza en el Señor.
Luego continúa con “Dios va preparando”, ¿Qué significa? El versículo no dice “Dios preparará”, Él no espera darte una solución a tus problemas cuando tú estás en medio de ellos, Dios desde antes que empieces a pasar por una circunstancia, ya tiene todo preparado para sacarte de allí. ¡Es increíble! Dios no preparará todo para mi bien, Dios YA está PREPARANDO todo para mi bien.
Mi parte favorita es la que sigue: “todo para el bien”. En verdad que esto sí no lo puedo comprender. Dios no es que usa nuestras circunstancias sólo malas o sólo buenas, el usa TODO para moldearnos, usa TODO para nuestro bien. Cierta vez me dijeron “Si la vida te da limones, con Dios puedes convertirlos en limonada”. Y eso es muy cierto, todas las situaciones ácidas de nuestra vida, Dios las transforma en algo refrescante y nos renueva. Recuerda lo siguiente: TODO acto o circunstancia de tu vida, forma parte del plan de Dios. No hay nada que esté fuera de Su control.
Imagínate haciendo un pastel. Usas harina, sal, huevos crudos, azúcar y aceite. Te reto a que pruebes los ingredientes por separado, ¡Puaj! ¡Wacala! Huevos crudos, harina, ¡Qué asco! Ahora quiero que pienses, que luego de mezclar todo y pasarlo por fuego un tiempo, el resultado es un pastel delicioso que sí te invito a probar. Así mismo sucede con nosotros. Todas las cosas que nos suceden, aunque nos resulten por separado desagradables, innecesarias, dolorosas, ¡luego de algunas pruebas de fuego, el resultado es delicioso!, porque nuestro Chef es el mismísimo Dios, Él mezclará todo lo que pongas en sus manos, para tu bien.
Y por último termina nombrándonos, a ti y a mi, ¡Sí, a ti y a mi!: “de los que lo aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo con su plan. Desde el principio, Dios ya sabía a quiénes iba a elegir, y ya había decidido que fueran semejantes a su Hijo”. Tú y yo fuimos llamados de acuerdo con su plan. Dios te ha elegido, ya no te sorprendas de formar parte del ejército de Dios, si tú has aceptado a Cristo como tu Señor y Salvador, y has elegido seguir su ejemplo, bienvenido seas porque éste versículo se aplicará al cien por ciento en tu vida.
Así que aprópiate de éste versículo ahora que lo has entendido y deja que Dios lo aplique en tu vida. Di: “¡YO SE que Dios va MEZCLANDO TODO para mi bien, y el resultado será mejor de lo que pudiera imaginar!”.
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