Disponible y conectado
“Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí” (Isaías 6:8)
Hoy en día muchos de nosotros tenemos un correo electrónico por el cual nos comunicamos con nuestras amistades o familia. Tal vez te sirva para el trabajo, para la escuela o universidad en ocasiones. En el chat de tu correo electrónico, seguramente puedas ver que hay distintos <estados> en los que puedes ponerte: Disponible, Ocupado, Ausente.
Cuando debemos hacer otras cosas en la computadora o tal vez tengas otras responsabilidades que cumplir, muchas veces dejas tu estado en <OCUPADO>; entonces tus amistades saben que no estarás allí para responderles.
Ahora déjame explicarte lo que quiero decir con esto. Imagina que Dios tiene un correo electrónico en el que quepan todos sus Hijos, ¿Tú como estás para Él allí? ¿Disponible u ocupado?. Si Dios quisiera mostrar un mensaje a través de ti, ¿Tú estarías ausente? ¿No le responderías?.
“No tengo tiempo para servir a Dios, tengo muchas ocupaciones”, “Sí… bueno… claro que me gustaría servirle pero tengo otras cosas que hacer”. Esas serían algunas de las respuestas que seguramente tu has escuchado o tal vez alguna vez has dicho.
Moisés fue criado en un palacio, recibió educación formada y completa, era un gran pensador; y sin embargo, cuando Dios lo llamó: Moisés estuvo DISPONIBLE. David en el momento en que Dios lo llamó, estaba cuidado a las ovejas, ese era su trabajo, era el más pequeño de sus hermanos; y sin embargo, cuando Dios lo llamó: David estuvo DISPONIBLE.
A lo largo de la biblia podemos encontrar ejemplos de hombres como Moisés y como David, que a pesar de tener responsabilidades, o a pesar de estar ocupados, respondieron al llamado de Dios. En Isaías 6:8 cuando Dios preguntó <<¿A quién enviaré?>> Isaías no dudó en decir: HEME AQUÍ, ENVÍAME A MI. “Señor, estoy DISPONIBLE, envíame a mí” eso es algo que debemos de aprender a decir desde lo más profundo desde nuestro corazón.
No estemos más ocupados para Dios, estemos disponibles y conectados. Seamos como Isaías y digámosle “Señor, quiero serte útil, aquí estoy”. Aunque tengamos responsabilidades y tareas, siempre dispongamos de tiempo para Dios. Él siempre está Disponible para nosotros, ¿Tú estás listo para estar Disponible para Él?
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