Comida espiritual
Mientras esto sucedía, los discípulos le rogaban a Jesús: “Maestro, por favor, come algo”. Pero él les dijo: “Yo tengo una comida que ustedes no conocen”. Los discípulos se preguntaban: “¿Será que alguien le trajo comida?” Pero Jesús les dijo: “Mi comida es obedecer a Dios, y completar el trabajo que él me envió a hacer”. Juan 4:31-34
La comida es indispensable para subsistir. Puedes comer menos, o puedes comer más, pero la necesitas. No sé si a ti te ha pasado, de estar un día entero sin comer, y llega la noche o el día siguiente, y te sientes débil. Así pasa con la comida material, pero ¿Pasará lo mismo con la comida espiritual?
Claro que sí, porque si permaneces lejos de la Palabra de Dios un tan sólo día, te sentirás débil. Sentirás que cualquier mínima tormenta que suceda en tu vida te ahogará. El versículo de allí arriba, no fue la única vez que Jesús nos advirtió que es necesario obedecer a Dios. En Mateo 4:4 lo dice aún más claro “No sólo de pan vive la gente; también necesita obedecer todo lo que Dios manda.”
Cuando estemos débiles espiritualmente, el diablo más disfrutará meterse en nuestras vidas. ¿Cómo puedes fortalecer tu relación con Dios? Primero debes orar. Recupera esa relación con Dios que es única e inexplicable. Él te está esperando y quiere mostrarte las cosas que tiene para ti.
Muchos creen que la palabra “obedecer” es signo de esclavitud. Pero en Dios, es signo de libertad. ¿Por qué no obedecer al Rey de Reyes? ¿Por qué no obedecer a Aquel que sabe qué es lo mejor para mí? Ya no nos validemos por nuestros sentimientos o emociones. No digamos “Señor, quiero hacer tu voluntad pero lo que me pides hacer es demasiado”. Aunque no entiendas cómo sucederán las cosas, tú obedece.
El mismísimo Jesús tuvo que obedecer a Dios y mira en dónde está ahora. ¿Quieres estar junto al Señor? Haz lo que te diga. Pero no por conveniencia, no por interés, no por obligación, sino porque sabemos que es la mejor decisión que podemos tomar. Seguir el ejemplo de Cristo no es camino fácil pero es camino victorioso.
Vamos, anda, fortalece tu relación con Dios y empieza a obedecer lo que Él te diga. Mi Dios es loco, es raro, es extraño, no lo entiendo, no lo comprendo, pero es Perfecto y lo que quiere para mí siempre será sólo mi bien. “Mis planes para ustedes solamente yo los sé, y no son para su mal, sino para su bien. Voy a darles un futuro lleno de bienestar” (Jeremías 29:11). Solamente Dios sabe lo que es bueno para ti, déjale las cosas en Sus manos y verás que no hay mejor comida espiritual que esa. Pobre del que quiera lastimarte, que cuando se acerque a ti, verá que estás en perfecta sintonía con Dios y huirá sin dudarlo.
Publicar un comentario