Marca "Cristiano"
Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo. Filipenses 3:20
Los verdaderos circuncidados somos nosotros, los que guiados por el Espíritu adoramos a Dios y estamos orgullosos de pertenecer a Jesucristo. Nosotros no creemos que podamos hacer nada para salvarnos. Filipenses 3:3-4
Nike, Mc Donalds, BMW, Adidas, Gucci, Prada, Polo, Coca-Cola, Cristiano...¿Cristiano? Sí, “Cristiano”. Todas las que te acabo de nombrar son marcas, incluso la última. Te preguntarás a qué me refiero con que “Cristiano” es una marca. Tristemente, muchos jóvenes y no tan jóvenes, se enorgullecen de cargar una cadenita con una cruz, una camisa con una frase cristiana, un dibujo cristiano (el pescadito, la cruz, una paloma, una llama), van a eventos cristianos, recitales, sirven en la iglesia, y creen que eso los hace más cristianos que los demás, pero su corazón por dentro aún no ha conocido a Dios.
No digo que esté mal usar o identificarnos con esos símbolos o dibujos. Junior Zapata, un pastor y escritor de Guatemala, escribe en uno de sus libros: “La mercancía cristiana que vendemos y compramos está diseñada primordialmente, no para dar testimonio de Cristo, sino para llenar el vacío que hay por la creciente falta de sentido de pertenencia que tenemos en el pueblo de Dios. Nos queremos identificar, queremos pertenecer, deseamos demostrar de qué lado estamos. Usar esos emblemas no es tener un compromiso con Cristo, es simplemente lealtad a una marca (el pescadito, la paloma, la crucecita, etc.), no es fe, es sólo religión”.
Lo que estoy tratando de explicar con esto, es que no está mal que usemos esos símbolos, sí está mal que creamos que por eso seremos verdaderos cristianos. Ser cristiano es algo que se lleva en el corazón, es una decisión de vida, es levantarse cada día y ver las cosas con una sonrisa en el rostro sin importar las dificultades que se nos presenten. Es saber que tenemos un Padre que nos ama y que entregó a su Hijo por amor a nosotros, para salvarnos.
Ser cristiano no debe ser una marca, algo superficial. No debemos ser cristianos sólo dentro de la iglesia o en un evento cristiano, sino en cada momento, en cada lugar y con cada persona. Ser cristiano es aprender día a día de nuestros errores y buscar ser perfectos como nuestro Dios, es querer agradarle sólo a Él sin importar las críticas que nos hagan.
Ser cristiano no es cargar un pescadito, una paloma o una crucecita. Ser cristiano es SER pescadores, pero de bendiciones, es SER paloma o águilas cada vez que caigamos y perdamos nuestras fuerzas, es SER conmovidos cada vez que veamos una cruz, que nos recuerde todo lo que nuestro Cristo hizo por amor a nosotros. Ser cristiano no es una marca, es una decisión de SER.
Si queremos dar testimonio de Cristo con nuestras vidas, tenemos que ser más que jóvenes cargando símbolos cristianos, gritando “Amén” o teniendo pensamientos puros. ¡Tenemos que ponerlo en práctica! Tenemos que VIVIR lo que el pescadito representa: “Jesucristo Hijo de Dios Salvador”. Tenemos que impactar desde nuestro modo de hablar, de pensar y de actuar. Ese “Amén” tiene que aplicarse a cada situación de nuestras vidas, no sólo decirlo.
Como la imagen (es con humor) y los versículos lo demuestran, no por cargar símbolos entrarás al cielo, sino por reconocer que eres ciudadano del mismo. Por permitir que el Espíritu Santo te guíe, por creer de corazón que sólo Jesús puede salvarnos, y por nunca, nunca, jamás avergonzarnos de nuestro Salvador. ¡Orgullosa de pertenecer a Cristo estoy! Y tú, ¿Qué decides ser, cristiano de marca o cristiano de corazón?